Dick Van Dyke cumple 100 años: el legado eterno de una sonrisa que marcó la historia del espectáculo

Y llegó el día. Dick Van Dyke cumple hoy 100 años y se convierte en una figura centenaria del entretenimiento mundial. Actor, comediante, bailarín autodidacta y símbolo de una época, su nombre quedó asociado para siempre a clásicos como Mary Poppins, Chitty Chitty Bang Bang y El show de Dick Van Dyke, una de las comedias más influyentes de la televisión.

Lejos de un festejo discreto, el actor decidió comenzar la celebración semanas antes. Organizó un “sing-a-long” de dos horas junto a su cuarteto vocal The Vantastix, en su propia mansión, Vandy Manor. El evento tuvo fines solidarios y todo lo recaudado fue destinado al desarrollo del Dick Van Dyke Museum y a la Van Dyke Endowment of the Arts.

De Misuri a Hollywood: los primeros pasos de una leyenda

Richard Wayne Van Dyke nació el 13 de diciembre de 1925 en West Plains, Misuri. Mucho antes de convertirse en estrella, fue maestro de escuela dominical en una iglesia presbiteriana, donde oficiaba cada domingo. Nadie imaginaba entonces que ese joven alto y desgarbado terminaría siendo uno de los rostros más queridos del espectáculo estadounidense.

Su camino artístico no fue inmediato ni sencillo. Durante la Segunda Guerra Mundial intentó alistarse tres veces en el Cuerpo Aéreo del Ejército, pero no cumplía con el requisito de peso. Finalmente sirvió como locutor de radio, sin salir de los Estados Unidos.

“El show de Dick Van Dyke”: el nacimiento de la sitcom moderna

Su enorme sonrisa y su físico inconfundible encontraron en la televisión el espacio ideal. El show de Dick Van Dyke, emitido entre 1961 y 1966, se convirtió en un programa bisagra para la comedia televisiva. Interpretando al guionista Rob Petrie, Van Dyke redefinió el humor familiar.

La serie fue creada por Carl Reiner, quien inicialmente quería protagonizarla. Sin embargo, la cadena CBS exigió un casting y Reiner eligió a Van Dyke para el rol principal. Mary Tyler Moore, con apenas 24 años, interpretó a Laura Petrie. La química fue tal que Dick confesó estar enamorado de ella en la vida real.

Van Dyke ganó tres premios Emmy como actor principal en comedia, mientras que la serie obtuvo cuatro Emmy como mejor comedia. Un hito que marcó para siempre la historia de la televisión.

El fenómeno “Mary Poppins” y el cine musical

En plena popularidad televisiva, en 1964 llegó Mary Poppins. Allí, Van Dyke interpretó dos papeles: Bert, el carismático deshollinador, y el señor Dawes Senior, presidente del banco. Su intento de acento cockney fue tan fallido que dio origen al término popular “acento Dick Van Dyke”.

A pesar de eso, el actor siempre aseguró que Bert fue el personaje más memorable de su carrera. La película fue un prodigio técnico y artístico, combinando animación y acción real, y consolidó a Van Dyke como figura del cine musical.

En 1968 protagonizó Chitty Chitty Bang Bang, otro clásico del género, donde interpretaba al hijo de Lionel Jeffries, a pesar de que el actor era en realidad seis meses menor que él.

Tragedias personales detrás de la sonrisa

La vida de Dick Van Dyke no estuvo exenta de momentos oscuros. Se casó en 1948 con Marjorie Ann Terrell en un programa de radio que les pagó los anillos, la luna de miel y los electrodomésticos. Tras la boda, la pareja llegó a vivir en su auto por falta de dinero.

Durante décadas luchó contra el alcoholismo, adicción que logró superar en los años setenta. También fue fumador empedernido durante cincuenta años, llegando a consumir dos atados diarios. Según él mismo contó, dejar de fumar fue más difícil que dejar de beber.

En 2013 estuvo a punto de morir cuando su Jaguar se incendió en una autopista de Los Ángeles. Fue rescatado a tiempo. Más recientemente, debió evacuar su casa por los feroces incendios en California.

Un artista sin formación, pero con talento natural

Aunque fue ampliamente elogiado por su baile en Mary Poppins y Chitty Chitty Bang Bang, Van Dyke nunca recibió formación profesional como bailarín. Comenzó a bailar recién pasados los treinta años, demostrando que el talento y la expresividad pueden imponerse a cualquier academia.

Entre las curiosidades de su vida, durante 16 años recibió cada Navidad una torta de limón enviada por Charles Bronson, su vecino en Malibú. También fue amigo cercano de Stan Laurel, su gran inspiración cómica. Lo encontró buscando su nombre en la guía telefónica y terminó pronunciando su discurso de despedida en el funeral del legendario comediante.

Un legado que atraviesa generaciones

A los 100 años, Dick Van Dyke sigue siendo sinónimo de elegancia, humor físico, calidez humana y profesionalismo. Su influencia atraviesa el cine, la televisión y el teatro musical, inspirando a intérpretes y creadores de todo el mundo, incluida la escena actual que el público argentino sigue con devoción.

Era 1965 cuando una eminencia de la comedia despedía a otra. Hoy, seis décadas después, el mundo celebra a un artista que no solo hizo reír, sino que dejó una huella imborrable en la historia del espectáculo.

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